Columna
Juan José Ossa, Gonzalo Blumel y Hernán Larraín: “Para Sebastián Piñera el crecimiento económico era esencial, no solo como economista, sino porque veía en ello una dimensión ética: generar oportunidades y libertades para que las personas desarrollaran sus proyectos de vida”.

Su figura crece en momentos en que el país añora el sentido de urgencia y la capacidad realizadora que lo caracterizaron.

El mismo mundo que antes celebraba a la estrella de “Emilia Pérez”, hoy la rechaza.

Los objetivos parecen multiplicarse y generar un verdadero ahogo curricular que difícilmente mejorará los aprendizajes.

Pablo Piñera Echenique: "Entonces fue en su helicóptero a ver a un buen amigo y su plan era volver a almorzar con su familia y después cumplir lo prometido con sus nietos: llevarlos a un paseo en lancha".

Pedro Pablo Díaz Herrera: "Hoy a un año de su partida le pido al amigo que, desde el cielo, nos ayude a seguir soñando y cultivando esa fraternidad con los que aquí quedamos con el corazón en llamas y fuego en la mirada, como tantas veces lo repitió en su vida".

Juan Ignacio de la Carrera: "Como Alfonsina Storni, su vida concluyó en el agua. En su caso, en nuestro hermoso sur. Al igual que a ella, tal vez ese 6 de febrero del año pasado también sus habitantes hicieron una ronda a su lado, para despedirlo".

Vera Baboun: "Instamos a los países que aún no han expresado su postura sobre estos llamados a que tomen la iniciativa y declaren su rechazo al desplazamiento y la anexión, de acuerdo con el Derecho Internacional y las resoluciones de la legitimidad internacional".

José Rodríguez Elizondo: "Somos un país demasiado marginal como para asumir la vanguardia contra el gobierno de Trump en caso de desplazamiento eventual de población gazatí".

Nelson Hadad Heresy: "Todo el país solidariza con las familias de las víctimas y aspiramos a conocer la causa de este doloroso accidente, pero ello no justifica una imputación artificiosa sin una evidencia fáctica debidamente comprobada y carente de una base científica seria...".

Jaime Coloma Álamos: "No se trata de callar diferencias, sino de entender que descalificar a nuestros propios aliados, al punto de deslegitimar sus acciones, complica cualquier entendimiento futuro y fortalece a nuestros adversarios comunes".